sábado, 19 de enero de 2008

La escuela que lleva sus aulas a las cárceles

Resistió la embestida de los cambios educativos introducidos en la década de los 90 con la Ley Federal de Educación que casi desmantelaron la educación técnica. Defendió la excelencia en la enseñanza con esfuerzo de profesores, directivos y el personal no docente cuando en 1994 perdió más de la mitad de la matrícula. La Escuela de Educación Técnica N° 6 "Albert Thomas" de La Plata es una de las técnicas que actualmente mantiene un alto prestigio en la provincia de Buenos Aires.


Desde mayo de este año se convirtió en la primera escuela técnica de Sudamérica que extiende sus cursos a las cárceles. La experiencia comenzó en la Unidad N° 1 de Olmos y se extenderá en poco meses a las prisiones N° 15 de Batán en Mar del Plata y en el Penal de Florencio Varela.


Es una mole de 29 mil metros cuadrados, donde funcionan 18 talleres, 14 laboratorios y siete gabinetes para prácticas. Este año tuvieron que abrir seis cursos más —había 48— para para completar las 1.700 inscripciones. Un año antes los registros superaron los 1.300 alumnos. Y, según admiten, en los últimos años la demanda de vacantes crece cada año.


La mayoría de los 1.100 alumnos cursan en las orientaciones Construcciones, Mecánica, Electrónica, Proceso Industrial y Electromecánica. El 10 % son mujeres que prefieren las especialidades de Química y Edificaciones.


El 70% de los profesores son egresados de la escuela que fue fundada en 1910 como Escuela Industrial Superior de La Plata.


"Todos los que aprendimos aquí adquirimos un sentimiento de pertenencia y un compromiso con la escuela, difícil de abandonar", es la explicación de uno de los casi cien docentes que tiene el establecimiento de la avenida 1 entre 57 y 58 de La Plata.


En el edificio funcionan además la E.G.B N° 3 (secundario básico) donde el 40% de los 340 alumnos son chicas. Entre los varones las orientaciones más requeridas son Electrónica y Electromecánica.


La escuela funciona doble turno —de 7.30 a 17.30— y los alumnos tienen un comedor dentro del edificio en el que pueden almorzar. En los turnos vespertino y nocturno también asisten 300 alumnos a las carreras de bachillerato en Tecnología y Electromecánica.


"Es una escuela modelo a las que los jóvenes llegan por su gran equipamiento y un abanico de alternativas pedagógicas", dijo a Clarín Jorge Mattia el director de la EETN N° 6. Su historia no difiere de la de muchos de los integrantes de la comunidad escolar.


Fue alumno, profesor y después de varios cargos académicos fue designado hace ocho años como director. Aseguran que su gestión es de "puertas abiertas para el diálogo" y asegura que es la llave del éxito para una disciplina notable que se respira en los pasillos del gigantesco edificio.


El "Albert Thomas" muestra con orgullo otras de sus actividades: en su edificio funciona un taller para alumnos con capacidades diferentes de otras escuelas; además, colabora con la reparación de sillas de ruedas para instituciones platenses y mantiene convenios con empresas como Repsol-YPF y Bagó para ampliar las prácticas laborales de los estudiantes.




Mónica Galmarini, diario Clarín 2 de septiembre de 2007